15 de marzo de 2008

Bien Lenny, bien Prince

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“It Is Time For A Love Revolution”, el nuevo disco de Lenny Kravitz bien podría servir para el nuevo slogan en la próxima trayectoria de la carrera de Prince. Lenny para mi siempre ha sido ese segundón en cuanto a esperanza musical se refería. Después de Prince, Lenny siempre se me mostró como la alternativa al gran músico que genio de Minneapolis es. Sus primeras apariciones juntos a principios de los noventa venían a darme la razón en lo que yo me pensaba, creo que siempre han mantenido un gran feeling, Prince también lo invitó al concierto que dio para televisión el último día del pasado milenio en Paisley Park.

Sin embargo, Lenny, después de tres impresionantes primeros álbumes sucumbió a las garras de la industria y del marketing y sus discos se convirtieron en la música ideal para anuncios de televisión y poco más. Ahora, tres años después de su flojísimo “Baptism” y después de haber bajado varios puestos en mi ranking personal, Lenny ha vuelto por sus fueros. ¿Y qué es lo que esperaba yo a estas alturas de Lenny? Pues que volviera a ser él, tampoco deseaba que me sorprendiera, porque lo ha intentado y no se le da nada bien. Creo que este pensamiento es el mismo que han tenido los fans que han perdido a Prince de vista en los noventa con tanto experimento. Ahora Lenny me ha dado lo que quería escuchar, un disco que suena a él, con muy buenos temas e incluso me atrevería a deducir un homenaje a su amigo Prince en el temazo “Will You Marry Me”. Con este disco Lenny ha vuelto a sonar en mi cabeza, lo ha conseguido, tampoco quiero más, y ese precisamente, creo que es el mismo pensamiento que han tenido los perdidos fans de Prince de los noventa con tanto experimento. Él lo sabe, y ahora sus discos suenan a Prince, sin demasiados riesgos, y con buenos temas al mismo tiempo, como ha hecho ahora Lenny, sin complicaciones.
¿Quiere decir ello que Prince ya no volverá a experimentar o que su rendimiento ha bajado? Ni mucho menos, Prince ya no experimenta como los más acérrimos queremos, sin embargo ello no quiere decir que vaya a dejar de hacerlo para siempre, creo que sigue en buena forma, sin ir más lejos, el disco frustrado que Prince hizo para Tamar, “Milk & Honey”, le da mil vueltas (y alguna más) a muchos de los que él mismo ha hecho para sus protegidas en los ochenta y noventa. Otro buen disco el de Tamar.
Por cierto, la foto central de Prince de este tema, corresponde con una reciente aparición sorpresa en un recital del grupo de gospel Blind Boys From Alabama en Hollywood, donde tocó algo de blues a la guitarra en el cierre del concierto. Lo dicho, en buena forma.


1 comentario:

JLO dijo...

De casualidad di aqui... grata sorpresa con el nombre de la querida web...

yo tmb postee en mi blog algo parecido sobre Lenny, aunq sin hacer hincapiè tanto en Prince...

un abrazo y nos estamos visitando...

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