8 de enero de 2011

Emancipation

Hablar de “Emancipation” (1996) ocho años después, es como hablar de “Controversy” a la entrada del Estadio Vicente Calderón para cuando Prince visitó por primera vez España con su Nude Tour en 1990. Curioso como el poco tiempo "vivido" con Prince por entonces te hacen ver las cosas tan lejos, y la acumulación de años de ahora te las hace ver tan cerca.

“Emancipation” fue creado para marcar una época, fue el álbum que consagró a Prince a tirar por su cuenta. Con su nombre desaparecido y cambiado por un símbolo impronunciable, el disco, inspirado en una época sentimental futura muy cariñosa para el artista, se agolpa en sensaciones nunca vistas hasta entonces en él.

Después de unos años de guerra con su compañía, mientras en España nos parecía que la cosa todavía estaba empezando, Prince dejaba su rock rebelde de “Endorphine Machine”, “Peach”, “Shhh” o “Zannalee” para centrarse en un nuevo sonido que marcara su emancipación final.

Para cuando cinco meses antes la Warner publicaba los últimos rescoldos del Prince guerrero en un trabajo roquero, casi conservado intacto desde sus maquetas en medio de un auténtico “Chaos And Disorder”, él ya había trazado gran parte de su plan de “Emancipation”, siendo ese el motivo por el cual EMI retrasó el lanzamiento mundial de la libertad musical de Prince hasta noviembre, en un acuerdo de distribución con la reciente creada NPGRecords, que tuvo el detalle de vender el triple álbum al precio de doble.

Parece estar claro que la inspiración de Prince para lanzar mundialmente su emancipación de las compañías discográficas había sido su relación con su bailarina Mayte García, con la que había contraído matrimonio ese mismo año y de la cual esperaba su primer hijo. Detrás de una bonita portada a la vez que previsible, se escondía un libreto en el que Prince deja constancia de su inspiración de la época. Constantes ilustraciones de lo que suponía la creación de una familia, un hogar, un lugar en el que vivir,… quedan plasmados en el libreto interior del disco, con un montaje no muy logrado y unas fotos de Prince demasiado amantado y encasillado en su nuevo mundo de amor.

El álbum salió al mercado el 19 de noviembre de 1996, solo unos días después de conocerse o de suponerse la desgraciada muerte del recién nacido hijo de Prince, que sin ninguna información oficial dada, todo parece indicar que fue debido a malformaciones cerebrales. El día 4 de ese mismo mes, Prince grababa un especial para el programa televisivo de Oprah, invitándola a visitar su hogar, Paisley Park, y haciendo especial hincapié en su entrevista en lo que era la habitación favorita de Prince, una habitación que llegó a enseñar y que estaba destinada a un bebé, el que estaba a punto de nacer. Hoy día se hace incluso desagradable ver el vídeo de “Betcha By Golly Wow!”, que estrenado con suficiente antelación como adelanto del álbum, mostraba a Prince y a Mayte entusiasmados con la noticia palpable de su futura paternidad reflejada en el vídeo.

El 12 de noviembre, solo unas horas (o unos días) después de conocerse la muerte de su hijo, Prince sale al escenario de Paisley Park para hacer un concierto promocional del lanzamiento mundial de “Emancipation” que fue retransmitido para diversos países vía satélite. Con una profesionalidad alarmante, durante poco más de media hora, Prince sorprendió positivamente a los críticos con su nueva música y se retiró lanzando un mensaje de apoyo a su esposa Mayte.

“Emancipation” tiene pues un paisaje de fondo de lo que debió ser, pero que desafortunadamente no fue realidad. Es posible que si el lanzamiento del álbum estuviera marcado para un mes después de la fecha del trágico suceso, hubiera sufrido transformaciones considerables con respecto a como ahora lo conocemos.

“Emancipation” quiso marcar un antes y un después, pero “Emancipation” se quedó en una parte más dentro de la carrera de Prince. Una música demasiada encorsetada en su estilo Paisley del parque y la extensión del disco, en un alarde de soberbia con su antigua compañía, hizo del triple álbum un sonido demasiado lineal a lo largo de sus tres partes, y publicó temas que hoy serían descartes al estilo “Magnificent” (cara-b de “Musicology”), como podrían ser “Sex In The Summer”, “The Human Body”, “Slave”, “New World” o “In This Bed Eye Scream”. Desde luego, Prince no era el mismo, irreconocible en temas como “Let’s Have A Baby” lo separaban de su ego anterior tanto que lo único reconocible era el falsette de su voz. Es posible que Prince se diera cuenta de este detalle porque unos meses más tarde quiso editar en Estados Unidos una edición recortada del álbum con solo 12 temas, lo cual lo hubiera convertido posiblemente en una joya para los no iniciados, pero para entonces el triple ya había superado las 500.000 copias y se había convertido en Doble Platino en su país.

Como decía, “Emancipation” no marcó ni un antes ni un después, “Emancipation” es el recuerdo de un duro golpe para él, que contadas veces ha rescatado para sus directos posteriores. En el año siguiente (1997), Prince se dedicó a promocionar el álbum televisivamente como nunca lo había hecho y a hacer conciertos benéficos para fundaciones de niños desamparados, pero nada se supo de nuevas composiciones como nos tenía acostumbrados cada año. Warner tampoco movió ficha. Con la llegada de 1998 y la publicación de “Crystal Ball”, “The Truth” y “Kamasutra”, Prince seguía sin componer prácticamente nada nuevo desde 1996, hasta que llegó “New Power Soul”, después de haber trabajado en los álbumes hermanos de Larry Graham y Chaka Khan, que venían a mostrar que Prince ya no era el mismo. Su energía venía renovada y poco quedaba del sonido encorsetado de “Emancipation”. Unos dicen que Larry inició a Prince en la religión de los Testigos, posiblemente esa nueva luz le sacara de una mala etapa en cuanto a ideas para composiciones, pero eso, ya es otra historia que no corresponde a “Emancipation”, un disco con algunas dulces melodías que trae al recuerdo una nota desagradable y oculta en la carrera de Prince.




Publicado el 15 de enero del 2005.
Escrito originalmente para www.cuandoelarteataque.com